SER COHERENTES
La sola mención en algunos medios de la posibilidad de que el Ejecutivo Nacional estaba analizando la posibilidad de crear un organismo regulador del comercio internacional de granos, a modo de lo que fue la Junta Nacional de Granos, ha desatado una oleada de incoherencias que solo puede explicarse por el hecho de estar en un año electoral.
Este organismo, la Junta Nacional de Granos, destruido durante el gobierno menemista que integraba Felipe Solá, permitía al estado regular el precio de los granos y asegurar a los pequeños productores situados en las zonas mas alejadas de los puertos y mercados, un precio que garantizara su rentabilidad, a la vez que aseguraba el abastecimiento interno.
Históricamente fue un reclamo de todos los sectores progresistas de la sociedad recuperar para el Estado esta regulación como así también la nacionalización del comercio exterior, independientemente de quien ejerciera coyunturalmente el Poder Ejecutivo.
La cuestión es si esta porción importante de la renta agropecuaria se la apropian las cinco o seis grandes cerealeras como el caso de Nidera, Continental, Dreyfus, Bunge y Born, etc. o si quedaba en manos de Estado para ser utilizada en beneficio del conjunto de la sociedad.
En segundo término habrá que discutir el destino de esos fondos, la transparencia en su manejo, la coparticipación de los mismos. También será tarea de los legisladores garantizar el máximo de controles en la gestión de este organismo a crearse, pero lo que no puede hacerse es discutir, desde una perspectiva progresista, la validez de la creación de un organismo de este tipo y la necesidad de que el Estado recupere el control del comercio exterior, mas aún en medio de una crisis fenomenal como la que azota al capitalismo mundial.
La desesperación de algunos sectores por captar a cualquier costa el voto opositor los lleva a las mayores incoherencias. Por ejemplo, la Federación Agraria Argentina en enero del 2004 llamaba a todos los sectores del agro y a los senadores nacionales a apoyar decididamente el proyecto presentado por el senador entrerriano de la Unión Cívica Radical, Ricardo Taffarell para reconstruir la Junta Nacional de Granos. Hoy, tanto la Federación Agraria como el radicalismo que presentó ese proyecto se oponen tenazmente a esa propuesta.
Puede entenderse la oposición de la Sociedad Rural, del PRO, de la Coalición Cívica, del menemismo por supuesto, pero es inexplicable que sectores que se definen como nacionales y populares se opongan a esta medida.
No vale el argumento de que el gobierno lo hace sólo por la “caja”, como tampoco era válido en el caso de las AFJP. Se trata de capturar por parte del Estado una enorme renta que, de lo contrario, quedaría en manos de grandes corporaciones trasnacionales. Los dineros que se recuperen serán del Estado, cualquiera sea el gobierno que esté.
Desde Movimiento Proyecto Sur no creemos seriamente en la posibilidad de que el gobierno impulse esta medida. Entendemos que pueden ser sólo “aprietes” como lo fue la Ley de Arrendamientos, esgrimida durante el conflicto con la Mesa de Enlace y luego cajoneada, o como la Ley de Radiodifusión contra el grupo Clarín y que recién ahora reaparece en un nuevo escenario de conflicto.
Pero, si por conveniencia política o por el motivo que fuere, el Gobierno realmente impulsa la creación de un organismo que regule el comercio internacional de granos, estaremos impulsando esta propuesta y poniendo todos los esfuerzos legislativos en garantizar su transparencia y el correcto manejo de los fondos.
JUNTA PROMOTORA
MOVIMIENTO PROYECTO SUR
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Hace 10 años
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