domingo, 10 de agosto de 2008

¡Contra las mujeres pobres!

Otra vez la injusticia cae sobre la vida de las mujeres pobres. Se prohibió la distribución de la pastilla del día después en los hospitales públicos.
La diferencia en la moral cuesta $ 20. Si alguien los posee puede comprar la pastilla en las farmacias.
Los derechos humanos de las mujeres pobres están siendo cercenados nuevamente. Se vierte información errónea no respaldada por las investigaciones científicas, obligando a vivir de una manera indigna que genera mayor desigualdad e inequidad.
Si no hacemos oir nuestra voz seguirán invadiendo hasta la intimidad de los excluídos por este sistema capitalista.
¡No hay derecho!
No dejemos pasar la oportunidad para reclamar por decidir el modo en que queremos vivir, la cantidad de hijos que queremos tener para que no se metan mas con nuestro cuerpo y nuestra intimidad.
Sandra Gnavi

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