martes, 8 de junio de 2010

"La Iglesia no quiere perder poder"


El tratamiento en el Congreso de la Nación del proyecto de ley que permitiría el matrimonio entre personas del mismo sexo volvió a evidenciar, desde hace unas semanas, las profundas diferencias que existen, dentro de nuestra sociedad, en torno a la homosexualidad.

Dentro de las innumerables polémicas que se gestaron por la norma (que ya fue aprobada por Diputados y que sería tratada en el Senado a mediados de julio), las manifestaciones desde la Iglesia Católica y otras congregaciones religiosas en contra tanto del matrimonio gay como de la adopción por parejas del mismo sexo, se destacaron por la rotundidad de sus planteos.

En este marco, desde el seno mismo de la Iglesia, surgió una voz que buscó relativizar la postura católica a través de un comunicado en el cual aportó su visión sobre el astilloso tema. Se trata del Grupo de Sacerdotes Angelelli de Córdoba, encabezado por el presbítero Nicolás Alessio, quien en diálogo con Hoy Día Córdoba aseguró que "la Iglesia siempre va a presionar, porque no quiere perder poder para seguir manejando la conciencia de la gente".

El cura relató que el motivo de la presentación del documento, titulado "Grupo de Sacerdotes Angelelli de Córdoba apoyan la ley de matrimonio para todas y todos", fue la numerosa manifestación llevada a cabo en nuestra ciudad para sugerir a los legisladores nacionales por Córdoba la defensa del "matrimonio con mamá y papá". Fue entonces, describió Alessio, cuando se plantearon "hacer un texto sencillo, rápido, y que sirva como argumento a aquel legislador que honestamente, siendo cristiano y católico, también quiere opinar a favor". "La novedad es que es una voz distinta dentro de la Iglesia, y es ahí donde se crea el conflicto serio, porque la Iglesia, medianamente, tolera la diversidad afuera, pero hacia adentro de la institución le tiene miedo a la diversidad", apuntó el religioso.

Sobre el documento del Grupo Angelelli, Alessio explicó: "Intentamos, primero, y en el terreno propiamente religioso, decir dos cosas: No hay ningún argumento bíblico serio como para condenar ni la homosexualidad ni el matrimonio homosexual. Por otro lado, destacamos que la práctica de Jesús fue una práctica inclusiva de todos aquellos sectores de Israel que eran marginados, considerados proscriptos, pecadores, impuros. Entonces la práctica de Jesús está mucho más cerca de darle lugar, dignidad y derechos en este caso a las minorías sexuales, que condenarlas. Es más coherente darles lugar, y por tanto reconocer su dignidad y sus derechos, que pretender excluirlos y condenarlos". "También -amplió el religioso- decimos que un legislador, por más que sea católico y cristiano, no está legislando para los católicos, es decir que tiene absoluta libertad para legislar en función de una sociedad que es plural en lo religioso, lo político, lo cultural".

Junto a la justificación de su planteo, el padre Alessio se refirió a los prejuicios que rodean las discusiones en torno al matrimonio homosexual. "El problema de fondo de los que se oponen, desprecian, ningunean o excluyen a la persona gay es porque consideran que se trata de una enfermedad, un vicio, una desviación, una perversión", afirmó el entrevistado, por lo que "desde este punto de partida no se puede discutir más nada. Si yo lo considero enfermo lo tengo que excluir porque contagia".

Pese al desalentador clima social que retrató el religioso, se mostró confiado al afirmar que la llamada ley de matrimonio gay finalmente será aprobada por el Senado de la Nación. "Yo creo que se va a aprobar, o por lo menos tenemos que hacer fuerza para que se apruebe. Me parecía muy triste que se dilate (el tratamiento de la norma) por este temor a la presión eclesiástica, pero nosotros estamos tratando de hacer todo lo posible para que le ley se apruebe".

Por Juan Francisco Uriarte

Ver nota en: http://www.hoydia.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=6301:qla-iglesia-no-quiere-perder-poderq&catid=54:clasificados-cero-peso&Itemid=339

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