martes, 5 de julio de 2011


Por una Iglesia Profeta, Popular, Plural, Participativa y de los Pobres, como soño y peleo Enrique Angelelli..

Homilía despedida de Carlos de Dios y Gabriel...2 de julio de 1976

"Esta es la iglesia de Jesús a quien seguiremos anunciando. No es la adhesión a un grupo de hombres, porque se les ocurre peregrinamente inventar una doctrina o tener ciertas actitudes. Es la fuerza de este evangelio, es la fuerza de este ministerio ...sobre nuestras débiles fuerzas, el poder de Dios, la fuerza del Espíritu Santo, ha marcado y grabado una realidad sagrada, una misión: la misma que tenían Gabriel y Carlos..."

Angelelli, frente a sus sacerdotes asesinados, entre otros temas, hace referencia a su manera de entender "la Iglesia"...veamos...

- "...la iglesia de Jesús"... la de los pobres, la de los excluidos, la de los últimos, la de los mártires... no tiene que ver con instituciones o dogmas, con estructuras o reglas, con jerarquías y obediencias...

- "...la fuerza de este evangelio..." ... la del Espíritu, la del Soplo Viviente, la de los del camino, no se centra en "Roma" o el "Vaticano" su eje es el "evangelio" ...no son los documentos del "Magisterio Eclesiástico" o las homilías papales...asi dijo en esa misma homilía..."“Todo hombre es mi hermano”: esto es el evangelio, aunque se puedan mofar de él"

- "...una mision sagrada, una marca..."... la tarea, la acción, el desafío...y la tarea fue "ser pueblo", defender a los mas pobres, denunciar las injusticias, colaborar con las organizaciones populares, predicar una fe liberadora...

A Carlos y Gabriel no los asesinan por bautizar o rezar el rosario...

Una tarea, un desafío sellado con la sangre joven de estos mártires a la que Angelelli no renuncia, si no por el contrario, invita a todos y todas a continuar...

Veamos ahora como describe Angelelli la tarea, la misión, el desafío... lo que dijo en el año 1975 tiene una tremenda actualidad y notemos que termina diciendo..."y mucho más"... abriendo las puertas al futuro...

"No debemos sacar las manos del arado en este presente en que vivimos; a la vez, queremos un futuro distinto del que estamos viviendo; queremos cambiar las armas por instrumentos de trabajo, para que a nadie falte el pan que quiera amasar con el propio sudor; queremos cambiar el odio por el amor fraterno, la mentira por la verdad, los negociados por una justa distribución de los bienes que Dios nos ha dado para todos; queremos cambiar una situación política en la que el poder es de unos pocos, por otra en que el pueblo sea verdaderamente protagonista; queremos cambiar la angustia diaria en que viven tantos hogares riojanos y argentinos, por la alegría del encuentro; queremos cambiar el miedo y la desesperación por la esperanza; la calumnia y la delación por la amistad, la confianza y el servi­cio fraterno. Todo esto queremos... y mucho más." Cfr. 27 Abril 75 Homilía en la misa radial, reflexiones acerca de la "Jornada de oración por la pacificación nacional"



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